Es imposible detenerse a pensar en Santa Olga y no conmoverse. No sólo porque en 2017 fue el escenario de los incendios forestales que arrasaron con un pueblo y abatieron a una comunidad, sino que también porque ha sido un sí­mbolo de resiliencia y asociatividad.

Esta planificación ha permitido, hasta la fecha, que podamos hablar de un importante avance en la reconstrucción de Santa Olga, con mejoras que están elevando la calidad de vida, como el diseño de un poblado nuevo, el aplanamiento de colinas y la implementación de nuevas obras de infraestructura pública.

De la misma manera, la reconstrucción ha ofrecido oportunidades de desarrollar nuevos espacios para la comunidad. En marzo, se constituyó un equipo entre representantes de la Asociación de Oficinas de Arquitectos, los ministerios de Obras Públicas y Vivienda y Urbanismo y otros actores para levantar cuatro nuevas sedes sociales para Santa Olga.

Los diseños fueron donados por arquitectos voluntarios quienes dieron respuestas a la información levantada con los propios vecinos respecto a sus necesidades generales y particulares, los que finalmente fueron presentados y aprobados por los propios dirigentes y las autoridades coordinadoras del proceso.

Nos hemos esforzado para que Santa Olga renazca para sus familias, asegurando además la disposición de elementos de prevención para evitar al máximo que se repitan los efectos devastadores de una catástrofe similar en el futuro.